Scott Shenk escribió un interesante artículo sobre la plaga de saltarse semáforos en rojo que tiene lugar cada día en Estados Unidos. No cabe duda de que saltarse los semáforos en rojo provoca accidentes, pero ¿cuál es la mejor solución para que los cruces sean más seguros?
Desde luego, no es un problema creado por la indulgencia judicial. Los jueces de la zona son casi uniformemente duros con las infracciones de semáforo. Por supuesto, exigen que la Commonwealth demuestre que la infracción tuvo lugar, pero si las pruebas apoyan una condena, es difícil conseguir que se reduzcan o desestimen los cargos.
Una posible solución son las cámaras de semáforo en rojo, pero no estoy convencido de que sean la solución. En primer lugar, la gente sigue saltándose los semáforos, aunque las cámaras pongan multas. No es una herramienta que acabe realmente con el problema, sólo minimiza teóricamente el número de infracciones.
Pero el otro problema de las cámaras de semáforo en rojo viene con la falta de discreción. En Virginia, la ley dice que hay que parar en amarillo si no es seguro continuar. ¿Cómo puede una cámara saber si es seguro continuar o no?
No hay una solución fácil para las infracciones de semáforo en rojo. Quizá la única buena opción sea tener más agentes en la carretera para vigilar las intersecciones. Pueden utilizar la discreción adecuada sobre si emitir o no una multa. Pero, por supuesto, está el gasto de tenerlos en la carretera. Y ahí es donde tenemos que decidir lo que realmente vale la seguridad vial para nosotros como sociedad.
Foto: fazen