Los servicios virtuales tienen mucho sentido para mí. Mi bufete funciona con la mejor tecnología, servicio o producto para una necesidad determinada. No elijo la opción más cara ni la que está hecha a medida de los abogados. Elijo la opción que funciona bien y mantiene los gastos generales lo más bajos posible.
En muchos casos, los servicios virtuales son la mejor opción.